“La actitud es lo que cuenta”
dice una expresión muy común utilizada por todos en la cual transmitimos que a
pesar de nuestros intentos fallidos por hacer algo, siempre nos quedará la
actitud y el interés de querer conseguirlo.
Así pues, con esta expresión
pretendo hacer una breve reflexión sobre nuestra actitud como docentes ante
aquello que enseñamos a los niños, en concreto me centraré en el área de lengua
y literatura y sobre todo de este último aspecto ya que como hemos visto en
clase, a muchos de nosotros nos ha resultado más conflictivo a la hora de cómo
abordar la enseñanza de la literatura a los niños.
De este modo, ¿cómo enseñar
literatura a una edad tan temprana? ¿Cuál es el mejor enfoque? ¿Qué pretendo
conseguir con ello? Son algunas de las preguntas que nos planteamos y que
seguro que muchos nos hemos preguntado a la hora de diseñar las unidades
didácticas. En mi caso, ante la duda y el conflicto, decidí dedicar un tiempo
pequeño en relación al resto de actividades para el tratamiento de la
literatura en mi unidad Hay una carta en
mi buzón pues me resultaba también una tarea compleja.
En relación al punto anterior, casi
todos nos hemos frustrado a lo largo de la carrera porque en diversas ocasiones
nos hemos visto decepcionados con la materia que tanto nos interesaba o no ha
cumplido nuestras expectativas por diferentes motivos. Está claro que la
motivación y nuestro interés hacia el aprendizaje de las matemáticas, de la
literatura, de la música y otros debería ser algo ya intrínseco y trabajado
previamente antes de nuestra etapa universitaria y que no debemos dejarnos
influir en estos años de universidad por factores externos a nosotros. No
obstante, en ocasiones esta tarea se presenta difícil…
Con todo esto, no pretendo más que
hacer ver que a pesar de todas las dificultades y conflictos que se nos puedan
plantear a la hora de aprender o enseñar cualquier materia, deberíamos hacer un
esfuerzo por quedarnos con la esencia y con el amor o aprecio que tenemos hacia
ese tema, pues la actitud es algo que siempre permanecerá con nosotros, la
actitud dicen es lo que cuenta...
De este modo, ante la enseñanza
de la literatura, como he comentado anteriormente, no debemos agobiarnos sobre
cómo enseñarla o qué método es más adecuado, sino que deberíamos sobre todo y
en primer lugar acercarnos al mundo literario y crear un vínculo tan fuerte con
este que a pesar de las adversidades nos cree la pasión y el amor tan necesario
a la hora de enseñarla y que nos ayudará seguro en nuestra labor como futuro
docentes. Así que, compañeros y compañeras, ante todo disfrutad de aquello que
enseñáis y valorarlo pues eso permanecerá con vosotros y ayudará mucho a
vuestros futuros alumnos pues la actitud es algo que se transmite fácilmente y
creará en vosotros la necesidad de querer siempre aprender para mejorar.
¡Qué razón tienes! La actitud, el interés y las ganas son lo que hace que lleguemos a nuestros objetivos. No podemos conformarnos con poco, debemos ir a más y a más. ¿Cómo vamos a conseguir que nuestros alumnos consigan tener competencia literaria? Pues fácil y sencillo... Leyendo, aprendiendo, explorando... Y debemos sobrepasar las barreras. ¡Queda mucho por aprender!.
ResponderEliminarGracias y un saludo.
Pablo Castillo