martes, 8 de octubre de 2013

Resumen del artículo "De la televisión y el cine a la lectura" de la autora Gemma Lluch Crespo.

El artículo explica las relaciones de la literatura infantil y juvenil con la televisión, así como las adaptaciones al cine que esta ha tenido.

El tema va más allá de de la simple relación de adaptación/traducción de un medio, el escrito, al otro, el audiovisual. Ya que, si hablamos de la influencia del relato audiovisual en la literatura infantil y juvenil actual, de una manera muy general, admitimos que la literatura más actual presenta una serie de características que son inducidas por el relato televisivo.

La televisión cambia la manera de leer, si aceptamos que esta es el principal administrador de relatos de niños y adolescentes. Según el punto de vista, la televisión ofrece  ciertas diferencias narrativas con la literatura.
Las horas pasadas ante la televisión, o el cine, conforman una manera de pensar, de leer o de mirar. En definitiva, de formalizar el mundo. Estas características afectan a la enseñanza de la literatura.

La repetición y la manipulación de las formas televisivas  predominan en todos los ámbitos de la programación infantil. Como pueden ser cambios veloces, movimientos acelerados, efectos audiovisuales de alta intensidad, añadir voces o personajes infantiles para mantener la expectación.

Esto responde a la necesidad de volver a escuchar, a ver o a leer constantemente la misma historia, de encontrar consuelo en el regreso a lo idéntico, enmascarado superficialmente, de manera que nunca se decepcionan las expectativas del espectador.

La ideología se hace evidente en muchas series donde existe un  discurso moralizador que intenta influir, internamente, en el comportamiento de los personajes y, externamente, en el de los telespectadores.

No podemos ignorar el poder de los relatos audiovisuales. Estos no actúan por el bien social sino por una ganancia individual, y sin embargo son responsables de la creación del actual currículum infantil y juvenil. Son empresas que crean una cultura de consumo a partir del placer que producen en niños y adolescentes. También son las creadoras del currículum cultural actual y puntualizan que no se trata de organismos educativos, sino de entidades comerciales que actúan movidas por el beneficio propio.
  
La literatura mediática pensada o consumida por televidentes comparte el tipo de lenguaje de las obras comerciales y siempre conforman unos principios simples.

Hay colecciones y libros que funcionan,  y que son leídos con avidez por los niños y adolescentes, sin ser recomendados por el bibliotecario o el profesorado, que llegan al lector y  se transforman  en éxitos de ventas.
Siempre escriben el mismo libro al que cambian el nombre y el número de los protagonistas, el conflicto concreto (aunque no el genérico) y pocas cosas más.

La mayoría de estas narraciones (como buena parte de la literatura comercial destinada a un adolescente o a un adulto) conforman lo que denominamos una cultura global en la cual nuestros estudiantes se encuentran inmersos y son copartícipes.

La propuesta del artículo parte  de trabajar el texto narrativo literario, de manera que el cine y la televisión sean un instrumento de ayuda  para mejorar los conocimientos y alcanzar los objetivos  sobre la materia, ya que utilizan un lenguaje más próximo al alumnado.

Sólo se hace referencia a las obras que conforman su imaginario porque partimos de sus conocimientos previos y en función de unos objetivos afectivos (actitud positiva respecto al texto literario), cognitivos (capacidad para formular inferencias), lingüísticos y metalingüísticos (adquisición de capacidades relativas a la estructura del texto y las relativas a los instrumentos literarios).

Otras propuestas pueden ser el análisis comparativo de un relato el cual se basa en el trabajo de la literatura a partir de la comparación de textos, corrientes, autores, etc., utilizando apoyos textuales que la literatura utiliza: la narración oral, el texto escrito y el audiovisual.

Es importante también el trabajo de los tópicos recurrentes, cuyo objetivo es enfrentar al alumno con textos o fragmentos literarios y piezas de los media que responden a un mismo tópico pero que plantean diferentes puntos de vista dependiendo del medio, la época o la cultura. Los datos obtenidos les permitirán comparar y valorar  lo que leen o miran. El contacto con la literatura y el cine les ayudará a razonar y a pensar por sí mismos.

José Juan Lozano Fulleda.

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