El artículo explica las relaciones de la literatura infantil y
juvenil con la televisión, así como las adaptaciones al cine que esta ha
tenido.
El tema va más allá de de la simple
relación de adaptación/traducción de un medio, el escrito, al otro, el audiovisual.
Ya que, si hablamos de la influencia del relato audiovisual en la literatura
infantil y juvenil actual, de una manera muy general, admitimos que la
literatura más actual presenta una serie de características que son inducidas
por el relato televisivo.
La televisión cambia la manera de
leer, si aceptamos que esta es el principal administrador de relatos de niños y
adolescentes. Según el punto de vista, la televisión ofrece ciertas diferencias narrativas con la
literatura.
Las horas pasadas ante la
televisión, o el cine, conforman una manera de pensar, de leer o de mirar. En
definitiva, de formalizar el mundo. Estas características afectan a la
enseñanza de la literatura.
La repetición y la manipulación de las formas
televisivas predominan en todos los
ámbitos de la programación infantil. Como pueden ser cambios veloces,
movimientos acelerados, efectos audiovisuales de alta intensidad, añadir voces
o personajes infantiles para mantener la expectación.
Esto responde a la necesidad de volver a escuchar, a
ver o a leer constantemente la misma historia, de encontrar consuelo en el
regreso a lo idéntico, enmascarado superficialmente, de manera que nunca se
decepcionan las expectativas del espectador.
La ideología se hace evidente en muchas series donde
existe un discurso moralizador que
intenta influir, internamente, en el comportamiento de los personajes y,
externamente, en el de los telespectadores.
No podemos ignorar el poder de los
relatos audiovisuales. Estos no actúan por el bien social sino por una ganancia
individual, y sin embargo son responsables de la creación del actual currículum
infantil y juvenil. Son empresas que crean una cultura de consumo a partir del
placer que producen en niños y adolescentes. También son las creadoras del
currículum cultural actual y puntualizan que no se trata de organismos
educativos, sino de entidades comerciales que actúan movidas por el beneficio
propio.
La literatura mediática pensada o consumida por televidentes
comparte el tipo de lenguaje de las obras comerciales y siempre conforman unos
principios simples.
Hay colecciones y libros que
funcionan, y que son leídos con avidez
por los niños y adolescentes, sin ser recomendados por el bibliotecario o el profesorado,
que llegan al lector y se transforman en éxitos de ventas.
Siempre escriben el mismo libro al que cambian el
nombre y el número de los protagonistas, el conflicto concreto (aunque no el
genérico) y pocas cosas más.
La mayoría de estas narraciones (como buena parte de
la literatura comercial destinada a un adolescente o a un adulto) conforman lo
que denominamos una cultura global en la cual nuestros estudiantes se
encuentran inmersos y son copartícipes.
La propuesta del artículo parte de trabajar el texto narrativo literario, de
manera que el cine y la televisión sean un instrumento de ayuda para mejorar los conocimientos y alcanzar los
objetivos sobre la materia, ya que
utilizan un lenguaje más próximo al alumnado.
Sólo se hace referencia a las obras que conforman su
imaginario porque partimos de sus conocimientos previos y en función de unos
objetivos afectivos (actitud positiva respecto al texto literario), cognitivos (capacidad
para formular inferencias), lingüísticos y metalingüísticos (adquisición de
capacidades relativas a la estructura del texto y las relativas a los
instrumentos literarios).
Otras propuestas pueden ser el análisis comparativo de
un relato el cual se basa en el trabajo de la literatura a partir de la
comparación de textos, corrientes, autores, etc., utilizando apoyos textuales
que la literatura utiliza: la narración oral, el texto escrito y el
audiovisual.
Es importante también el trabajo
de los tópicos recurrentes, cuyo objetivo es enfrentar al alumno con textos o
fragmentos literarios y piezas de los media que responden a un mismo tópico
pero que plantean diferentes puntos de vista dependiendo del medio, la época o
la cultura. Los datos obtenidos les permitirán comparar y valorar lo que leen o miran. El contacto con la
literatura y el cine les ayudará a razonar y a pensar por sí mismos.
José Juan Lozano Fulleda.
José Juan Lozano Fulleda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario