miércoles, 2 de octubre de 2013

El papel del maestro en el fomento de la lectura

En el pasado Practicum I tuve la suerte de trabajar con una tutora muy comprometida por animar a sus alumnos (niños/as de 5 y 6 años) a iniciarse en la lectura. Durante ese periodo pude ver cómo estos niños tan pequeños comenzaban a mostrar un gran interés por leer, incluso teniendo grandes dificultades debido a su temprana edad. 

Esta tutora llevaba al aula nuevos cuentos casi a diario y los leía a sus alumnos. Se notaba que tenía mucha experiencia en esto, pues interpretaba con mucho entusiasmo todas las historias mientras los niños y niñas escuchaban atentamente y en silencio, por supuesto siempre con una sonrisa en la cara. 

En algunas ocasiones, al finalizar la lectura del cuento, hacía un sorteo para que uno de los alumnos pudiera llevárselo a casa por unos días, algo que les ilusionaba muchísimo. Además, algunos eran ya socios de alguna biblioteca de la ciudad y acudían a menudo acompañados por sus padres o abuelos para coger algún libro que otro.

Me sorprendió que niños y niñas de tan poca edad mostraran ya un interés tan grande por la lectura, y estoy segura de que en esto tuvo mucho que ver la actitud de la tutora, que a diario les transmitía esa pasión que ella sentía y de la que todos disfrutábamos (yo me ilusionaba tanto como los niños cuando contaba los cuentos).

Espero que todos estos alumnos sigan desarrollando ese gusto por la lectura que les ha transmitido su magnífica tutora, y ojalá que todos los profesores que tengan en los cursos posteriores continúen con ese trabajo porque, sin duda, los maestros tenemos un papel fundamental en el fomento de la lectura.


María Verdú Pina

1 comentario:

  1. Querida compañera, buena reflexión.
    En relación a este tema, leí hace unos días un artículo de Pedro César Cerrillo Torremocha en el que se trataba especialmente la atención a la lectura desde edades tempranas.
    En él se decía que, como tú bien dices, el papel de los maestros es fundamental para la transmisión del valor de la lectura, pero se hacía especial hincapié en que el hábito de leer voluntariamente debe adquirirse en casa.
    Por este motivo, considero que valorar la lectura desde la escuela es esencial, pero a ello debe sumarse la atención personalizada de los padres en cada hogar.
    Dicen que la unión hace la fuerza, y a mi parecer, eso es lo que necesitamos para conseguir que la sociedad valore y aprecie todo lo que la lectura nos proporciona.
    Mientras, nosotros, como docentes, seguiremos trabajando para que así sea.

    ResponderEliminar